Pedro Abreu

Prof. Pedro M. Abreu A.

Sección “PENSAMIENTO”

La madurez de una persona puede determinarse, entre otras cosas, por la capacidad que ésta demuestre a la luz de los hechos, de dar respuesta a estas cuatro (4) preguntas, las cuales en este caso están indisolublemente vinculadas:

1.- ¿Qué quiero?

2.- ¿Por qué quiero?

3.- ¿Para qué quiero?

4.- ¿Cómo lograrlo?

La primera pregunta es determinante, ya que hasta la vida misma es un reto; en todo momento tú tienes que decidirte, saber qué quieres, pues si tú no eliges, otro decidirá por y el precio de tu indecisión tendrás que pagarlo, aunque sea aceptando como bueno y válido que otro eligió en tu lugar. En el mundo hay dos (!) tipos de personas: los definidos e indefinidos, y los indefinidos ya están definidos.

2.- La segunda cosa que no debes olvidar, es que el mundo espera una respuesta objetiva, lógica y contundente sobre tus indecisiones; Aunque no dependas del mundo, a él te debes. Todo tiene una razón, un motivo, una causa.

3.- Todo lo que el hombre hace, lo hace con una finalidad, con un propósito, con un motivo. El hombre no hace nada para nada; todo cuanto hace, lo hace con un propósito. Este propósito no siempre es material, porque el hombre no sólo es materia.

4.- Es procedente y recomendable elegir el camino más correcto (método) para alcanzar lo que te propones (meta). Muchas personas no han logrado su propósito porque no lo han canalizado adecuadamente. Hay que elegir el camino correcto. No olvides: «Hay caminos que parecen correctos, sin embargo, llevan a la perdición».

Nota. Después de obtenida la corona, ¿Cómo retenerla? Quien retiene la corona es doblemente campeón. El mundo no es de los «ex», es de los que «son», por eso, tú tienes que ser.