Prof. Juan Tarrazo Lama

En primer lugar, deseo agradecer su participación y dedicación a este tema relevante. Este debate se centra en la agenda LGBTQIA+ en la era del streaming, y cómo ésta se manifiesta en nuestras vidas diarias. Las siglas, para aquellos no familiarizados, representan: Lesbiana, Gay, Bisexual, Transgénico, Queer, Intersexual, Asexual, y Pansexual. Este es un tema de amplio debate en nuestra sociedad debido a su naturaleza controversial y a menudo tabú.

Para profundizar en el tema, es vital desglosar algunos conceptos. El término «agenda» suele implicar un programa de actividades con un propósito y duración determinados. En el contexto de la «agenda pública», este término se fundamenta en la teoría del establecimiento de la agenda de McCombs y Shaw en 1972, que propone que los medios de comunicación masiva ejercen una influencia significativa sobre el público en términos de qué temas son considerados importantes.

Sin embargo, es necesario resaltar que el término «agenda» puede tener connotaciones ideológicas. En este caso, podría sugerir que existe un grupo de poder, o una mayoría, que ejerce influencia. Pero en realidad, la comunidad LGBTQIA+ es una minoría, por lo que no tiene capacidad para imponer nada.

Por consiguiente, es más apropiado considerar su movimiento no como una «agenda», sino como una lucha por derechos e igualdad. Buscan objetivos y reivindicaciones que abogan por el respeto y la diversidad sexual y de género. Como miembros de la humanidad, merecen un espacio igualitario en nuestra sociedad, de acuerdo a los principios fundamentales de los Derechos Humanos.

El motivo de esta lucha se origina en la discriminación que han enfrentado históricamente, alimentada por una sociedad predominantemente machista. Sin embargo, han encontrado un respaldo considerable en plataformas de streaming como Netflix, Google, Amazon Prime y Disney Plus, donde se han producido y distribuido contenidos que presentan personajes de la comunidad LGBTQIA+, lo que ha llevado a una mayor diversidad y visibilidad, y a cambios sutiles en la cultura popular.

Además, plataformas como YouTube, TikTok e Instagram han permitido a los miembros de la comunidad crear su propio contenido, construir una audiencia y abogar por sus derechos. Las plataformas, al hacer esto, persiguen dos objetivos principales que no se excluyen entre sí. Por un lado, buscan aumentar su base de usuarios ofreciendo contenidos diversos. Y, por el otro, demuestran su apoyo y solidaridad hacia la comunidad LGBTQIA+, amplificando sus voces e historias para desafiar y cambiar las narrativas y estereotipos tradicionales.

A través de la representación de personajes e historias LGBTQ+, se logra una identificación, normalización y visualización de la comunidad. 

Como alguien que creció en los años 80 y 90, mi educación sobre los derechos de los afroamericanos fue a través de la televisión. Por lo tanto, no puedo evitar comparar cómo esto puede beneficiar a la comunidad LGBTQ+ en términos de reconocimiento.

Siempre habrá contenido considerado inapropiado o ideológico, pero propongo que a través de la filosofía podemos desarrollar el diálogo, el pensamiento crítico, argumentar, conocer causas y consecuencias, interpretar y criticar, lo que permite que las personas puedan discernir por sí mismas.

Este tema nos plantea una pregunta: ¿Es esto una nueva libertad de expresión o una imposición cultural? Existe un desequilibrio de poder, la comunidad LGBTQ+ representa una minoría, mientras que los políticos y las religiones que están en contra de la comunidad representan una mayoría.

Si consideramos si existe una imposición cultural o adoctrinamiento, creemos que no, ya que la comunidad LGBTQ+ lucha por sus derechos y no por una disposición cultural. No se pretende forzar valores, creencias, prácticas o costumbres, solo luchan por los derechos, las oportunidades y ser aceptados en la sociedad. Por lo tanto, consideramos que es una nueva libertad de expresión.

El término «adoctrinamiento» no aplica a la comunidad LGBTQ+ ya que es ofensivo y no tiene base empírica. Las personas de esta comunidad solo luchan por sus derechos y reconocimiento.

También podríamos decir que no hay suficiente tolerancia hacia esta comunidad, especialmente en nuestra sociedad. Podemos ver que en Estados Unidos hay una mayor apertura hacia este tema. En mi opinión, es importante continuar trabajando hacia una mayor inclusión y aceptación.

Lo que proponemos es utilizar la educación como un medio inclusivo, a través de enfoques pedagógicos que tengan como objetivo educar a los niños y niñas en valores de igualdad, respeto y diversidad.

Aspiramos a fomentar una educación inclusiva y respetuosa, libre de discriminación basada en el sexo, y que esté respaldada por los Derechos Humanos. Nuestro objetivo es lograr la igualdad de oportunidades. Además, creemos que la filosofía puede ayudarnos a desarrollar un marco ético que promueva la igualdad y el respeto por la diversidad sexual. También debemos respetar los derechos, tener empatía y respetar las leyes y las constituciones, así como los tratados internacionales que garantizan un espacio y la libre expresión de la comunidad LGBTQ+. 

Muchas gracias.