Pedro Gassendi

No podemos concebir la idea o la naturaleza de una cosa sin concebir al mismo tiempo sus propiedades esenciales. No podemos concebir la idea de un triángulo sin que en su esencia se encuentre implícito que la suma de sus ángulos es igual a dos rectos, ni la de la esfera sin que todas sus partes disten igualmente de su centro, ni tampoco la idea del monte sin la idea del valle. Además, en la idea objetiva de cada cosa está contenida la existencia, porque no podemos concebir nada sino bajo la forma de una cosa que existe. Pero con una diferencia: en la idea de las cosas limitadas e imperfectas solamente se contiene la existencia posible o contingente, mientras que en la idea de un Ser soberanamente perfecto e infinito está contenida la existencia perfecta y necesaria. Podemos concebir la esencia de un triángulo, pero solamente podemos afirmar su existencia posible, no existencia necesaria. En cambio, si examinamos atentamente la idea de Dios, vemos que en la naturaleza y en el concepto de un ser perfecto e infinito está contenida la existencia necesaria.

Objeción del filósofo Pedro Gassendi

«Cualquiera que piense seriamente encuentra -decís- que es manifiesto que la existencia no puede ser separada de la esencia de Dios más que de la esencia de un triángulo rectilíneo la magnitud de sus ángulos igual a dos rectos, o bien de la idea de una montaña la de un valle: de manera que no repugnan menos concebir un Dios (es decir, un ser soberanamente perfecto) al que falte la existencia… que concebir una montaña sin valle. En esto es necesario notar que la comparación no es justa ni exacta; porque por una parte hacéis bien en comparar la esencia con la esencia; pero después no comparáis la existencia con la existencia o la propiedad con la propiedad, sino la existencia con la propiedad. Es porque era necesario decir -me parece- o que la omnipotencia -por ejemplo- de Dios no puede ser más separada de su esencia que de la esencia de un triángulo, ese valor de la magnitud de sus ángulos o que la esencia no puede ser más separada de la existencia de Dios que de la esencia del triángulo su existencia; porque de este modo una y otra comparación hubieran estado bien hechas y no sólo hubiéramos admitido la primera sino también la segunda; y, sin embargo, esa no hubiera sido una prueba convincente de la existencia de un Dios, como no se sigue necesariamente que haya en el mundo ningún triángulo, aunque su esencia y su existencia sean efectivamente inseparables, cualquier distinción que nuestro espíritu haga de ellas, es decir, aunque las conciba separadamente y del mismo modo que puede concebir también separadamente la esencia y la existencia de Dios.

Respuesta de Descartes a Gassendi

Descartes

«No comprendo bien qué género de cosas queréis que sea la existencia, ni por qué no puede ser también llamada propiedad, como la omnipotencia, tomando el nombre de propiedad para toda especie de atributo o para todo lo que puede ser atribuido a una cosa, como, en efecto debe ser aquí considerado. Pero más aún, la existencia en Dios es realmente una propiedad, tomando esta palabra en el sentido menos amplio, porque a él solo conviene y solo en él constituye parte de la esencia. Por esto, también, la existencia del triángulo no puede ser comparada con la existencia de Dios porque en Dios tiene una relación con la esencia que no tiene el triángulo. Y no cometo tampoco la falta que los lógicos denominan petición de principio cuando pongo la existencia entre las cosas que pertenecen a la esencia de Dios, más que cuando pongo entre las propiedades de un triángulo la igualdad de la magnitud de sus tres ángulos con dos rectos. Tampoco es exacto que la esencia y la existencia en Dios, lo mismo que en el triángulo, puedan ser concebidas la una sin la otra porque Dios es su ser y el triángulo no. Y sin embargo no niego que la existencia posible sea una perfección en la idea de un triángulo, como la existencia posible de una perfección en la idea de Dios, porque esto la hace más perfecta que las ideas de todas las quimeras que suponemos no pueden ser producidas».