En representación de la Escuela de Filosofía y en mi propio nombre, deseamos expresar nuestra solidaridad a todos los familiares, amigos y colegas del maestro de las Escuelas de Filosofía y de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD),  Carlos Hernández Soto. 

El maestro Hernández Soto se destacó como un intelectual comprometido con la enseñanza, investigación y divulgación del conocimiento. Sus obras han sido reconocidas tanto por la comunidad académica como por el público en general.Carlos Hernández Soto

En su producción intelectual, abordó temas diversos, como «Así habló el abuelo Bayamanaco: mitos y creencias de los taínos», «Morir en Villa Mella: ritos funerarios afrodominicanos», «¡Kalunga eh! Los Congos de Villa Mella», «Identidad cultural caribeña y otros ensayos antropológicos», «Hugo Chávez: de ‘arañero’ a presidente», «Demanda de capacitación técnica para bachilleres académicos de la Provincia Peravia», «El proyecto de tesis: guía metodológica» y «Metodología de organización de la comunidad para construcción y mejoramiento de viviendas»

Ante la partida de un hombre con una vida repleta de logros académicos, intelectuales y personales como lo fue el maestro Soto, creemos que debemos despedirlo en un ambiente cálido y respetuoso, al estilo de los antiguos estoicos. Estos filósofos, al morir, pedían a sus seres queridos y amigos que, si consideraban que habían vivido bien, les brindaran un aplauso.

Consideramos que el maestro Carlos Hernández Soto merece un gran aplauso de nuestra comunidad académica y de la nación dominicana, pues constituye un modelo de vida digno de ser emulado por las presentes y futuras generaciones.

Atentamente,

Prof. Eulogio Silverio

Director de la Escuela de Filosofía – UASD