Cúmplense apenas 40 años (10 de septiembre de 1954) que el benemérito sacerdote dominico Fray Vicente Beltrán de Heredia, O.P. dictó su magistral conferencia titulada: «La Autenticidad de la Bula «In Apostolatus Culmine», Base de la Universidad de Santo Domingo, Puesta fuera de Discusión», en el paraninfo de la Universidad.

Tras la disputa más de dos veces centenaria sobre la primogenitura de las universidades americanas, debió haber sido, como en efecto lo fue, uno de los miembros de la Orden de los Dominicos -la misma Orden Religiosa que solicitó al Papa Paulo III (Alejandro Farnesio) la erección de la Universidad-, quien cerrase para siempre la discusión.

El acucioso investigador Fray Beltrán de Heredia, inquirió infatigable en los archivos y anaqueles del Vaticano, hasta dar con el histórico documento pontificio, base constitutiva de la nueva Academia: «Paulus episcopus servus servorum Dei: ad perpetuam rei me moriam. En Apostolatus Culmine, disponente Domino, meritis licet imparibus constituti…» («Colocados por Divina disposición, en la cumbre del apostolado, si bien carentes de méritos proporcionados para ello…») «Fiat ut petitur» («Hágase como se pide»). (Alejandro).

No ha mucho tiempo, honrando la memoria del Padre Beltrán, la Universidad designó una de sus calles interiores con el nombre del ilustre representante de a «raza de predicadores», cuyos labios parecen haber sido quemados con carbón encendido, de la misma manera como su hermano de orden, Fray Antón de Montesinos, arremetió fogozo con su «Vox clamantis in deserto»