Por la cruz o por la espada

El criado de Leibniz, Eckhart, informa de una vez en que el filósofo era el único pasajero de una pequeña embarcación. Se desató una terrible tormenta y los marineros, suponiendo que Leibniz ignoraba su idioma, acordaron lanzarle por la borda y repartirse sus bienes. Hizo creer que no había oído nada, pero entonces sacó una cruz y fingió orar. Al ver que no era hereje, los soldados se volvieron atrás. Colocado en una situación similar, Descartes desenvainó su espada y obligó a los marinos a abandonar su plan.

(Colaboración: Ramón Leonardo)

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